Madre
Y yo soy quien ahora te tiene
madre mía, a su merced, turbada.
Diminutos tus huesos
y tu piel de ciruela que, si hablo
se rompe. Enjabono tu vientre
y mis dedos resbalan por tus mustíos
pezones y tus nalgas.
Madre mía, mi niña, cúmplase
esta oscura inversión y tengamos
tus cicatrices yo, tu corazón mis años.
Juana Castro.
Y yo soy quien ahora te tiene
madre mía, a su merced, turbada.
Diminutos tus huesos
y tu piel de ciruela que, si hablo
se rompe. Enjabono tu vientre
y mis dedos resbalan por tus mustíos
pezones y tus nalgas.
Madre mía, mi niña, cúmplase
esta oscura inversión y tengamos
tus cicatrices yo, tu corazón mis años.
Juana Castro.
Suzanne Valadon |
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