viernes, 27 de junio de 2014

Madre

Y yo soy quien ahora te tiene
madre mía, a su merced, turbada.
Diminutos tus huesos
y tu piel de ciruela que, si hablo
se rompe. Enjabono tu vientre
y mis dedos resbalan por tus mustíos
pezones y tus nalgas.

Madre mía, mi niña, cúmplase
esta oscura inversión y tengamos
tus cicatrices yo, tu corazón mis años.

Juana Castro.


Suzanne Valadon

No hay comentarios: