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Venir y no venir huyendo.
Aunque allí, se dice, por señal:
huele a madera cortada.
Porque se van,
escapan los coloniales.
Como las palabras de entonces:
una estancia
que acabase de ser arrasada.
Un hablar entre dientes y cerrojos.
Ya no ora el poema, gotea. Para qué la boca.
Lo dicho humea.
Víctor M. Díez
MIKI LEAL |
1 comentario:
pues mira tú, me ha gustado mucho!
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