miércoles, 11 de septiembre de 2013

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Venir y no venir huyendo.
Aunque allí, se dice, por señal:
huele a madera cortada.
Porque se van,
escapan los coloniales.

Como las palabras de entonces:
una estancia
que acabase de ser arrasada.
Un hablar entre dientes y cerrojos.
Ya no ora el poema, gotea. Para qué la boca.

Lo dicho humea.


Víctor M. Díez


MIKI LEAL

 

1 comentario:

juan bello dijo...

pues mira tú, me ha gustado mucho!