Patsy Cline
Ella está en el desierto
para liberar las cenizas de su padre,
las cenizas de su hijo,
o las cenizas del mundo. Ella no está
en lo que observa. La extraña estrella
de mar.
No le pertenece. Una aguja brillante
enhebra
una nube a través del cielo. Hay
suficiente sol,
hay vida más allá. Su propio cuerpo,
una columna de ceniza.
Me caigo en pedazos, dice ella. Desleal
nimbo, pensamiento infiel. En mi vida,
he perdido dos hombres. Uno por la
muerte,
inevitable. Otro
por error: un desperdicio. El lloró
desde un estado del norte,
el hambre demasiado fría
para el conocimiento humano.
Una vez fui una mujer sin nada que
decir.
Nunca dije y el polvo vuelva a la
tierra.
Nunca me he despertado en el desierto.
Dije
¿quién libera a quién?
Inevitablemente, todos saben
lo que sabe el desierto. Nadie
contará lobos cuando yo falte..
Nadie busca en el sol
significado. Por la carne
he hecho mucho menos.
El ganado en la cuenca ahora, artemisa,
salvia.
Vivo ahora en la ciudad donde amé a ese
hombre.
La ceniza de él, la autorreferencia.
De vez en cuando, pienso en su llanto,
en cómo mi cuerpo me traiciona:
en cómo no he terminado con la
liberación.
Jennifer Chang
Tr. del inglés
Patsy Cline |
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