viernes, 19 de septiembre de 2008

sequía
(Blanchot)

El arroyo se seca
y va quedando sólo un sendero deshecho
con restos de agua pútrida
en los recodos,

como a un cadáver que trasladan
de una cama a otra,
o como la carrera del viejo en el andén
con pasos de humo
igual que todo lo que ya no vuelve.

Soy una parte de lo que se agota,
maleza de mí mismo,
un ciego que, asustado, encendiese una lámpara.

Juan Manuel Romero.
Hasta mañana.

6 comentarios:

José Ángel García Caballero dijo...

me gusta mucho, sobre todo ese último verso...
besos

Luna Miguel dijo...

hasta muy pronto!

samsa777 dijo...

Extraordinaria lucidez.

DLG dijo...

:)

Olga Bernad dijo...

"un ciego que, asustado, encendiese una lámpara" me gusta mucho, es una imagen simple y poderosa; una especie de foto con palabras del miedo y la impotencia ante el final.
Un saludo.

Enrique M. dijo...

De la consideracion acuosa a la sequia hay un peligroso paso de un poema. Nunca la poesia hizo tanto daño.