martes, 21 de abril de 2009

INTEMPERIE
Para mí.

Qué haremos con la luz,
con el olor que vierte
como un perdón la lluvia, con el grito
bárbaro del vencejo,
dónde albergar el náufrago estupor
que nos borra y nos nombra.

Soportan las ventanas
tanto azul sin romperse
pero nosotros
qué haremos
cuando amanezca el mundo
y el cuerpo otra vez sólo sea
un doloroso enjambre de palabras,
el otro lado de la claridad.


SACRIFICIO

En qué lengua,
en qué infancia que no es nuestra niñez
se dice la renuncia.

Nadie sabe qué guerra ha comenzado
y está vacía la casa de la infancia.
Queda el don.
Permanece la ofrenda
de unas manos vacías
el rito que se ignora
en el dolor del hueco.

En tus manos
está abierta la casa
vacía de la infancia.

Deja que nos cobije su intemperie.




PAISAJE

Olvidada del agua
no sabe descansar
en el cristal la luz extenuada.

Deshace su reflejo,
lentamente se ignora
la ciudad que atraviesa un dios contaminado.

José Luis Gómez Toré.
Fragmentos de un cantar de gesta.

3 comentarios:

s dijo...

¡Joder, qué bueno! Preciosos poemas. Apuntado queda: después me acercaré a la librería.

Un abrazo, Ana.

camaradeniebla dijo...

me alegra mucho que te hayan gustado, el libro sostiene (si no mejora) el tono de estos poemas.
Un abrazo para tí, sergio.

s dijo...

Ya viene de camino, y también "Un tiempo libre".