texto orignalPosiblemente, y antes de tiempo, todos aquellos que no sois profesores o
maestros estéis ya hartos del debate que se ha generado con la crisis
de la enseñanza. Creo que este texto que os escribo es más que necesario
en tanto que en los grandes medios y cadenas el debate sobre nuestro
pulso con la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid se ha
centrado sólo en las horas que trabajamos y el dinero que dejamos de
ganar. Es evidente que si escribo esto es porque estoy preocupado por
las posibles demagogias que Esperanza Aguirre y Lucía Figar están ya
anunciando por radio, prensa y televisión. Como ellas tienen los medios
grandes a su alcance y pueden decir lo que quieran lamentablemente para
ponernos a los profesores en contra de vosotros, yo me voy a permitir en este texto y en los únicos medios de los que dispongo (Internet y la calle) para explicaros por qué nos movilizamos los docentes. Creo que es importante que vosotros,
que tenéis hijos, hermanos, familiares y amigos en colegios e
institutos, sepáis algunas cosas que van más allá del sueldo. Me afecta a mí pero os afecta a vosotros, lo queráis o no. Lo explico de manera muy básica:
- En estos años se ha recortado nuestro sueldo por partida doble (Estado y Comunidad) y se nos han subido las horas para ahorrar, y muchos incluso estuvimos de acuerdo por solidaridad con el ciudadano, pero curiosamente en vez de emplearse ese dinero en dar trabajo a otros compañeros de profesión, se han despedido a 2500 personas el año pasado y a 3000 este curso. En Primaria e Infantil ya empezaron hace 4 años con la supresión de escuelas infantiles, personal, etc. Resultado: A nosotros nos quitan dinero y nos suben las horas pero eso no lo utilizan para crear un puesto de trabajo o mejorar el estado de los centros.
- La consejería dice que trabajamos sólo 18 horas a la semana pero no cuenta con al menos otras siete de atención a padres, guardias, etc, más las que dedicamos en casa a corregir y preparar tareas. Trabajo unas 35 horas a la semana, menos que unos y más que otros, pero eso a mí me da igual, como si fueran 38. Ese es el argumento que os pone la Consejería en contra de los profesores (más las conocidas vacaciones) para que después comprendáis por qué se nos tiene que bajar el sueldo. Mientras estamos en este debate, a vosotros no se os explica que si tengo más horas de trabajo tengo menos horas para preparar como es debido una clase para un aula de 30 alumnos de media. ¿El perjudicado?: el de siempre, el ALUMNO
- Este año hay más de un millón de alumnos que el año pasado, que ya no cabían en las clases por cierto, pero hay menos profesores, por lo que es literalmente imposible seguir poniendo tres exámenes por trimestre, tareas todas las semanas y después corregirlos.
- Equipos de orientación, PTSC y en definitiva profesionales que atienden a alumnos con necesidades educativas especiales (problemas de integración, autismo, desfases curriculares, dislexia, alumnos que llegan por primera vez a España y no entienden nuestro idioma, etc) han sido reducidos casi a la inexistencia. Esos alumnos por lo tanto los va a tener que atender gente como yo, que no está preparada para ofrecerles la educación igualitaria que merecen. De eso no hablan Aguirre y Figar.
- Y lo que es peor. Todo este dinero que se quita a la educación pública se invierte a otros tipos de educación. Todos vosotros pagáis impuestos por un modelo público en Madrid pero sin embargo luego ese dinero no sustenta la educación pública. A su vez las familias que eligen otro tipo de educación, se ven recompensadas en la Declaración de la Renta pero lo que no saben es que siguen pagando con sus impuestos lo que en teoría se ahorran en Hacienda.
- Por cierto: la educación pública no es ni de izquierdas ni de derechas: es vuestra.
Aun así, seguimos funcionando y dando clase a vuestros hijos. A mí personalmente me importan mucho y me dan muchas veces ganas de llorar cuando en ninguna declaración de los dirigentes de esta comunidad se habla del alumno. Se los desprecia y se les niega la educación que todos pagamos, pero a vosotros os van a seguir contando el viejo cuento del profesor, el que narra que sólo trabajamos 20 horas, que no se ha despedido a nadie, que los alumnos incluso son bilingües (¿dónde, si echan a los profesores de inglés?) y que todos van a estar atendidos. No os pido ni siquiera que os movilicéis junto a nosotros, sólo os pido que nos comprendáis y que sintáis este problema como vuestro, porque lo queráis o no es vuestro también.
- En estos años se ha recortado nuestro sueldo por partida doble (Estado y Comunidad) y se nos han subido las horas para ahorrar, y muchos incluso estuvimos de acuerdo por solidaridad con el ciudadano, pero curiosamente en vez de emplearse ese dinero en dar trabajo a otros compañeros de profesión, se han despedido a 2500 personas el año pasado y a 3000 este curso. En Primaria e Infantil ya empezaron hace 4 años con la supresión de escuelas infantiles, personal, etc. Resultado: A nosotros nos quitan dinero y nos suben las horas pero eso no lo utilizan para crear un puesto de trabajo o mejorar el estado de los centros.
- La consejería dice que trabajamos sólo 18 horas a la semana pero no cuenta con al menos otras siete de atención a padres, guardias, etc, más las que dedicamos en casa a corregir y preparar tareas. Trabajo unas 35 horas a la semana, menos que unos y más que otros, pero eso a mí me da igual, como si fueran 38. Ese es el argumento que os pone la Consejería en contra de los profesores (más las conocidas vacaciones) para que después comprendáis por qué se nos tiene que bajar el sueldo. Mientras estamos en este debate, a vosotros no se os explica que si tengo más horas de trabajo tengo menos horas para preparar como es debido una clase para un aula de 30 alumnos de media. ¿El perjudicado?: el de siempre, el ALUMNO
- Este año hay más de un millón de alumnos que el año pasado, que ya no cabían en las clases por cierto, pero hay menos profesores, por lo que es literalmente imposible seguir poniendo tres exámenes por trimestre, tareas todas las semanas y después corregirlos.
- Equipos de orientación, PTSC y en definitiva profesionales que atienden a alumnos con necesidades educativas especiales (problemas de integración, autismo, desfases curriculares, dislexia, alumnos que llegan por primera vez a España y no entienden nuestro idioma, etc) han sido reducidos casi a la inexistencia. Esos alumnos por lo tanto los va a tener que atender gente como yo, que no está preparada para ofrecerles la educación igualitaria que merecen. De eso no hablan Aguirre y Figar.
- Y lo que es peor. Todo este dinero que se quita a la educación pública se invierte a otros tipos de educación. Todos vosotros pagáis impuestos por un modelo público en Madrid pero sin embargo luego ese dinero no sustenta la educación pública. A su vez las familias que eligen otro tipo de educación, se ven recompensadas en la Declaración de la Renta pero lo que no saben es que siguen pagando con sus impuestos lo que en teoría se ahorran en Hacienda.
- Por cierto: la educación pública no es ni de izquierdas ni de derechas: es vuestra.
Aun así, seguimos funcionando y dando clase a vuestros hijos. A mí personalmente me importan mucho y me dan muchas veces ganas de llorar cuando en ninguna declaración de los dirigentes de esta comunidad se habla del alumno. Se los desprecia y se les niega la educación que todos pagamos, pero a vosotros os van a seguir contando el viejo cuento del profesor, el que narra que sólo trabajamos 20 horas, que no se ha despedido a nadie, que los alumnos incluso son bilingües (¿dónde, si echan a los profesores de inglés?) y que todos van a estar atendidos. No os pido ni siquiera que os movilicéis junto a nosotros, sólo os pido que nos comprendáis y que sintáis este problema como vuestro, porque lo queráis o no es vuestro también.
FERNANDO SÁNCHEZ CALVO. PROFESOR DE EDUCACIÓN SECUNDARIA.
5 comentarios:
Amén!
Siempre me ha parecido sorprendente la contradicción que supone demandar tanto de una profesión tan desprestigiada. Esto es: pedirle tanto y tanto a la escuela, confiarle nuestro futuro, y al mismo tiempo tener una disposición de ánimo en la que sea tan fácil que prenda la idea de que el colectivo docente está formado por unos "vagos privilegiados".
Pero hay que seguir, explicar y explicarse, en el convencimiento que no todo cae en saco roto.
Ánimo y a seguir.
Suscribo
Amén.
Gracias, Ana, por difundir esta carta, honesta y valiente. Ante la campaña de desinformación que venimos sufriendo, es importante que se sepa la verdad y la gravedad de los recortes.
Importantísimo hacer eco de lo que está pasando.
Es interesante considerar el hecho de que la educación es sinónimo de libertad y expresión. Por lo tanto restar en cultura me parece una verdadera aberración.
Gracias Ana por hacer eco, ojalá sea posible que esta sensación de pérdida no se consume...
Muy bien.
Publicar un comentario