Van incorporándose nuevos nombres, jóvenes poetas
disponer el silencio a través de sus
aros pasearse frente a espejos imaginar la propia muerte eran actos de soberbia
disculpables si caminábamos en círculo si nos quisimos solos. las cosas debían
devolvernos su nombre improbable aunque no exista más prueba del principio que
su insatisfacción. a cada paso crujía el suelo con la vejez prestada del
delator pero qué lenguas habían enfermado en nosotros y qué medalla de la salud
se nos había dado a besar todo fue amorosamente silenciado para hacernos
implacables ventrílocuos de nosotros mismos.
José María Castrillón
Antropometrías. Yves Klein |
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