APORÍAS
DEL CUERPO FÉRTIL
Un cuerpo fértil es un animal
herido puntualmente por la fuerza de la gravedad. Su cuerpo hiende la tierra en
la cosecha yerma, la anunciación en el tapiz de la prolongación
bordada
y desbordada.
En un cuerpo fértil, la llaga
del incendio: una chispa que arderá o será disipada como un lirio salvaje. A
veces, el cuerpo fértil solo sostiene
el
lirio salvaje, lejos de fuego, lejos de aire.
Los cuerpos fértiles son el
epicentro de la gravedad y esa fuerza anterior también podrá ser negación
pura:” A nuestro rumor alguno dirigía hasta
nosotras la mirada como una flecha de oro o de plata. Y nosotras huíamos sin
volvernos,
temblando
bajo el inmenso sol.
El cuerpo fértil puede o no
puede ser eriazo, tierra airada abierta a las semillas. Apto para el barbecho o
la semilla bajo el inmenso sol como un erial de briznas espigadas. Pero, ¿quién
piensa en el secano, en la escarcha de los meses de marzo, en el parásito que,
antes de tiempo, habrá destrozado la cosecha? Los cuerpos fértiles tiemblan por
delante de la vida.
Mojada
Casi gotas de agua, hasta que la distancia se interrumpe.
Sucede al tiritar bajo la voz, húmeda y neutra. Es posible pensar aquí en la
muerte. Lo que no vemos es. El paisaje que es cuerpo que es paisaje. Respirar
como un río contra todo lo que desaparece. Pronto se incendiará la hierba seca,
ya el horizonte es curvo y el resto del placer tal vez no baste.
Y un bonus track de Sor Juana Inés de la Cruz
1 comentario:
Se agradece que hicieras caso a este humilde servidor y más si es con iniciativas dedicadas a mi querido Alberto. Dicen que es un gran aficionado a la poesía, así que supongo que le encantará. Rebuscando en archivos descubrí que hace poco más de dos años se autodefinió como "verso suelto" del PP. Tan suelto que espero que desaparezca del papel.
Un saludo, Ana.
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