miércoles, 8 de enero de 2014

La muerte

Soñé con encajes de lobos en luz antípoda
enfermedad doméstica sin porvenir
el obstáculo de extravíos farsantes que desean sanguijuelas
soñé con un silencio sin horizonte y no tuve miedo de mi combustión
no había angustia encrespada ni espasmo peregrino en bruma
no es fácil hablar de la nada de la inexistencia de la blancura
de la falta de incógnitas que acribillan las calles
de la soledad de la carne del tejido de un dios
ni se puede hablar de una transparencia calzada en pájaros
esquizofrenia de un advenimiento que se deshiela en zumbidos
no había anatomías ni ríos dactilares que vayan hurgando en la vida
¿cómo explicar la nada el sueño bromuro los siglos de preguntas?
Soñé con mi muerte
y no tuve miedo al carrusel a la demencia desértica de la desesperación
las hélices de la vida siguen siendo mis ganas de despertar
en los espejos que oscurecen los días.
Giovanni Collazos.

Jordi Avelló
Dar
No lamento ser el sueño de nadie, yo solo puedo dar realidades: oscuridad, luz, nada de opulencias; un estupor columpiándose por la saliva y los colchones; un pecho que se abre a lo largo de diluvios, lleno de callejones que se hilaron con los avernos de las dos últimas décadas; puedo dar un pie, un brazo  y más de una cicatriz, hasta el hígado obsidiana que segrega el veneno que me sostiene. Dar la vida de la sombra que me brota, con la fuerza del belfo inquieto que habita ensangrentado en mis palpitaciones. Una lamparilla de demencia, una vegetación precaria, un tambor que circula por mi sangre y que abraza las raíces, puedo dar: incluyendo el nacer de un descubrir de las frutas calcina tes que dejan el sabor de las pieles que van mutando. Yo solo puedo arder sin consumirme y dar el fuego que contiene el agua con una mirada limpia, preguntando siempre a las ballenas por qué dejó el mar al hombre mancharse de barro. Yo solo puedo dar el color de mi brasero sin dejar de tocar el suelo con los dedos, con las aurículas que levitan cada vez que gritan en una plaza, para defender con mis puños el derecho.
Giovanni Collazos.

Jordi Avelló

1 comentario:

Sr. Curri dijo...

Endut! Hoch! Hech!
http://www.youtube.com/watch?v=_hasAQmnadM