sábado, 22 de febrero de 2014



Villa Adelina

Acá el vientito trae una cumbia tranquila a upa
Acá el zapallo y el tomate se dan guachos en los patios de tierra
Acá los parásitos escriben partituras en el tejido de púas del ejército
Acá ese tremendo eucalipto te hace bajar un cambio para que veas allá arriba la galaxia escorada de los loros
Acá la artemisa crece tierna para amargar el mate y orinar lo turbio
Acá las matas rompen la vereda y conversan como señoras demorando la vuelta del mandado
Acá la gente tiene ponis y carpinchos con nombre que traen de la isla
Acá los chicos pasan en bicicletas enormes que solo pueden pilotear parados
Acá hay un club de fútbol: “Don Salvador” con la casaca brillante como el pasto
Acá hay un lindo trueque, en la placita, donde las mujeres renuevan el vestuario
Acá los hombres aparecen trepados al techo de las casas y los hijos les alcanzan el balde con la mezcla
Acá se saluda, hola, ¿qué tal?, buen día


Fernando Callero.

Chris Killip

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