miércoles, 2 de octubre de 2013


PUNICIÓN

Para no dormirse
con ojos de asesino
y matar conejos
con las manos del sueño,
decidió clavarse la hoja
del helecho,
acercó la sombra
de su palma extendida
a la otra sombra,
y dolía más
que el dolor.

Esther Ramón

Loretta Lux
 

1 comentario:

Dylan Forrester dijo...

Certeros versos por aquí.
Nos leemos.

Saludos.