sábado, 24 de enero de 2009

CANCIÓN


...quien pudiera apretar la tierra,
y hacerla toda del tamaño
del infinito corazón pequeño.

Juan Ramón Jiménez.

Tengo apretado en la mano un pedazo de sol
que no puedo enseñar por no apagarlo.

Alguna de estas tardes lo sembraré en la cama
y tal vez amanezca entre tus dedos.

Porción de un sol flotante que hizo flotar la vida,
porción de un sol que un día destruirá la tierra.



ELOGIO DE LA SUPERFICIE

Hoja tras hoja, el camino,
el impulso de sol fregando el suelo.

Caen las hojas y caen como si nada,
dan vueltas en el aire,

se juntan en la tierra.


Juan Marqués.
Un tiempo libre.

8 comentarios:

Luna Miguel dijo...

ai




me gusta

Juan Manuel Macías dijo...

Preciosos. Me encantan.

Luna Miguel dijo...

baila sin tristeza ana







y a estudiar aaaa :(

Olga Bernad dijo...

Los versos centrales son preciosos.
Un beso.

Estupor dijo...

"Tengo apretado en la mano un pedazo de sol/
que no puedo enseñar por no apagarlo" En estos dos versos el sol parece transformarse en una mariposa atrapada entre las palmas de las manos -si las abres escapa-. Me gusta mucho y me recuerda a esos versos de Araña que dicen "... un sol sin escaleras y dormido /
naciendo entre las manos /
como un pozo de sauce y sal nocturna". En ambos poemas el sol parece algo delicado y tierno, casi como si fuera una luciérnaga.

Sr. Curri dijo...

qué bonito

Anónimo dijo...

Unos versos que me dejan un sabor muy muy extraño, eso me encanta.

José Ángel García Caballero dijo...

bonita escritura la de Juan Marqués...
un beso