martes, 2 de noviembre de 2010

2 POEMAS DE DEGENERATIVA DE ALEJANDRO TARRAB

30 SEGUNDOS SOBRE TOKIO


Grave. Sobre las luces del aire,
aire luz. Con los brazos abiertos, un círculo rojo al frente de la cabeza. La cabeza es el timón, grave, cuando planea. Cae sobre el árbol de las pagodas ¿Un bonsái? Cae quemado: hoja, árbol. Una niña grita Bonsái, con los ojos cerrados. Su boca, sus manos, juntas queman:
kanji del árbol.





VARIACIONES A UN PASAJE DE WALTER BENJAMIN


Y ENTONCES, LAS PEQUEÑAS PLAZAS ETERNAS QUE DE PRONTO ESTÁN AHÍ Y A LAS QUE NO SE LES HA DADO UN NOMBRE. NO HAN SIDO OBJETO DE UNA PLANEACIÓN CUIDADOSA, COMO LA PLACE VENDÓME O LA PLACE DES GRÈVES; NO DISFRUTAN DEL PATROCINIO HISTÓRICO DEL MUNDO, PERO DEBEN SU EXISTENCIA A LAS CASAS QUE, DE MANERA PAUSADA, SOMNOLIENTA Y TARDÍA, SE HAN REUNIDO EN RESPUESTA AL LLAMADO DEL SIGLO. EN ESTAS PLAZAS DESCUELLAN LOS ÁRBOLES; INCLUSO LOS MÁS PEQUEÑOS PROYECTAN SOMBRAS DENSAS. MÁS TARDE, BAJO LAS LÁMPARAS DE GAS, SUS HOJAS TIENEN LA APARIENCIA DEL CRISTAL ESMERILADO, VERDE OSCURO. EN EL ATARDECER, SU PRIMER BRILLO VERDE ES LA SEÑAL AUTOMÁTICA DEL INICIO DE LA PRIMAVERA EN LA GRAN CIUDAD

(Walter Benjamin)

Bajo el verde esmerilado. Primera variación


Nos reunimos bajo el verde
oscuro de las frondas, donde descuellan los árboles. En el verde esmerilado repetimos nuestros nombres. Cada uno para el otro en un delirio cruzado, pero igualmente anónimo. En las trazas sin nombre, bajo la horca impenetrable,
nuestra repetición verde impura.


Bajo la luz del propano. Segunda variación


Más tarde, bajo la luz del propano
repites mal en mi nombre, insistes. Como si en verdad te llegaran los días y no temieras escuchar fruto de sombra. Fuimos torciendo, proyectando un color verde. Pequeñas infecciones con la apariencia del cristal.


Publicado en Bonobos, 2010.
Se presentará mañana en el D.F


Imagen de José Luis Cuevas.

1 comentario:

Dr. Flasche dijo...

Yo que aposté mi vida al verde...y la perdí, ahora miro cualquier reunión bajo el amparo de ese color, cualquier indicio suyo, con el recelo del enfermo que no quiere recaer...