domingo, 12 de mayo de 2013

Habían prendido cactus en el cielo de la boca,
espinosos dientes y cerrojos oxidados en los muebles
clavijas abombadas en los ojos
aldabillas viejas en el paso nuboso de la garganta
palabras cultas en los desgastados ciruelos
del costal del cuerpo
y todo envuelto en un callado silencio hormonal,
cómplice
en un silencio ilota de
tramallos arrastrados por el vientre y
nasas repletas de algas.

Todo el universo femenino herido de hipotermia y pavor.

Mariña Pérez Rei
Tr. del gallego

Bell Fullana


 


 


5 comentarios:

acriflor dijo...

Me encanta Ana, ¿dónde puedo leer más?
muá

Patricia Úbeda. dijo...

Yo también quiero leer más poemas suyos, me he quedado con ganas de más. Un saludo.

María Sotomayor dijo...

+1

olalla dijo...

Leyendo ahora en tu cámara las traducciones, que emoción!

camaradeniebla dijo...

Gracias Olalla, por hacer sentir a la cámara importante. Poco a poco vamos abriendo camino. ¡qué ilusión la mía de que la cámara sirva para algo bueno!
bicos