sábado, 30 de agosto de 2014

Pues el lenguaje de la obra de arte se distingue por el hecho de que la obra de arte individual reúne en sí y manifiesta el carácter de símbolo que, desde un punto de vista hermenéutico, corresponde a todo ente. En comparación con cualquier otra tradición,   lingüística y  no lingüística, hay que afirmar que la obra de arte es absoluto presente y tiene dispuesta su palabra para cualquier futuro. La familiaridad con que la obra de arte nos roza al mismo tiempo, de un modo enigmático,  trastorno y derrumbamiento de lo acostumbrado. No es solo el “eso eres tú” que se nos revela en un espectro fausto y temible. La obra de arte nos dice también: “debes cambiar tu vida”.

Gadamer.

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