miércoles, 4 de junio de 2014

En la primera media hora, se presenta una recreación sobre los fragmentos de Parménides en la traducción de Agustín García Calvo, y la lectura en griego de Bernardo Souvirón.

En la segunda parte, se abre nueva sección en la que hoy se escuchará  una lectura de “Cámara de niebla”, el blog de la poeta Ana Gorría, y como revista histórica, de Favorables París poema, el Presupuesto vital con el que abrió Juan Larrea. Y para terminar, algunos documentos curiosos del mítico archivo Lomax

Muchas gracias a Pilar Martín Gila y a Sergio Blardony por darle un espacio a la cámara en su espacio.


Aquí podéis escuchar (me) leyendo el post del 12 de febrero de la cámara. Grabado ha quedado gracias a la generosidad de Pilar y de Sergio.

Disfrutemos de Doble fondo, para seguirlo en todos sus pasos.





DOBLE FONDO PROGRAMA 10

lunes, 2 de junio de 2014



La poesía es un discurso republicano: un discurso que es en sí mismo su propia ley y su propio fin, y en el que todas las partes son ciudadanos libres que tienen el derecho de pronunciarse para ponerse de acuerdo.


Friedrich Schlegel

miércoles, 21 de mayo de 2014



Querer

Ella quiere una taza llena de tazas y fantasmas

de las lesbianas del siglo pasado; Yo quiero

un impecable apartamento, un ordenador rápido. Ella quiere un hogar

tres cuerdas de ceniza, un hacha; Yo quiero

un hornillo de gas limpio. Ella quiere una hilera de tarros:

avena, cilantro, aceite virgen;

No quiero guardar nada. Ella quiere frasquitos de perfume,

ropa de cama, de bebé, libros de recuerdos. Ella quiere las reuniones

de Wellesley. Yo quiero la reluciente tarima, la reflexión

del río. Ella quiere las gambas, el sudor y la sal;

Ella quiere chocolate. Yo quiero un raku,

de arroz cocinado al vapor. Ella quiere cabras,

pollitos, niñitos. Llantos y lactancia. Yo quiero

que el viento refrescante del río limpie las habitaciones.

Ella quiere cumpleaños, teatros, banderas, peonias.

Yo quiero palabras como láseres. Ella quiere la ternura

de una madre. El tacto anciano del río.

Yo quiero una mujer de ingenio rápido como una raposa.

Ella está en su ciudad, paseando

con el perro, escuchando el tañir de las campanas del viento, pensando

en los doce años de querer, aparte y a la vez.

Nos hemos besado todo el fin de semana; queremos

alejarnos cientos de millas e intentarlo de nuevo.

Joan Larkin

Tr. del inglés.


Eileen Agar



lunes, 19 de mayo de 2014



Reunión

Justo cuando se transforma sí mismo , El final de la eternidad lo transforma.

Mallarme


En el fonógrafo, la voz

de una mujer ya muerta hace tres

décadas , que canta sobre un hombre

que podría obligarla a la nada.

Sobre la mesa, dos frágiles

copas de vino negro ,

una botella envuelta en su toalla.

Es esa habitación, la

reservada en cada ciudad , es

como lo recuerdo : la cama, un haz

de luz lunar y las almohadas .

Mis uñas, picotazos de luz

sobre tus muslos .

El hedor de la escalera de incendios.

Las colillas de cigarrillos húmedos

Aplastados uno tras otro.

Cómo observé que venía la mañana

mientras dormías , más como mi niñito

que un hombre diez años mayor .

¿Cómo se sienten mis pechos , años

más tarde, las lenguas que susurran

en mi vestido, algunas tuyas , algunas

de otros hombres?

Desde entonces , siempre he

despertado primero , he aprendido

a dejar la cama sin ser

vista y he permanecido

en los lavabos , limpiándome el aceite

y la sal de la piel,

mirando cómo el agua se comba

entre mis manos .

He conservado todo lo

que me susurraste aquella vez .

Lo recuerdo ahora que te veo

una vez más, cómo tanta ternura

pudimos acuñar entre una escalera

y un arresto , o cómo fue ,

cómo lo sigue siendo , en la voz

de una mujer que canta sobre un hombre

que podría obligarla a la nada



Carolyn Forche

Tr. del inglés

Vivian Maier








sábado, 17 de mayo de 2014

Arquitectura desfigurada


Caminé a través de la naturaleza

hasta lo sucesivo. Los niños

corren en la sombra sin supervisión.

Las fuentes del siglo pasado aprenden

a no decir mentiras. El riesgo

es identificarse con solo un elemento desde

la propia muerte,

pero en el aire estival alrededor

de cada pensamiento, algo

se construye y se esquiva. Vas

a través de un arco

y no es el arco,

solo el infinito de la forma,

la curva de la curva del devenir,

una frase rastrea

el aporcelanado alivio del futuro.

Como otros vestidos como

otros que suponíamos

que conoceríamos. Los ciudadanos caminaban

aquí sin decepción, al no ver

ni estatuas ni palacios

de once ejes, pacientes

en el sinsentido del calor.



Brenda Hillman.
Tr. del inglés

Solano Benítez

jueves, 15 de mayo de 2014

Sin título] 


MI ABUELA tiene las manos en el mismo sitio que yo,
al final de los brazos.
Se las mira con calma.
Tienen algunas manchas y restos de tierra.

Su falda negra forma pliegues raros, diría que vegetales,
llegan casi a tocar el suelo.
Pienso que si lo tocasen tal vez germinarían.
¡Imaginad una corregüela de pliegues negros!

¡Pliegues vegetales! ¡negros pliegues!
¡tejidos de pliegues! ¡senderos plegados!
¡creciendo por todas partes! ¡pliegues!

Los pliegues de la falda negra son un final.
Dicen en su nueva forma de corregüela negra:
“Aquí termina un luto”.

La falda se aleja del suelo unos centímetros.
El luto nunca toca la tierra.
Las manos de mi abuela sí la tocan.
Desde el final del brazo tocan la tierra,
la surcan, la remueven con todos los dedos,
con todas las manchas.

Aunque tengo las manos en el mismo sitio que mi abuela,
al final de los brazos;
no puedo tocar la tierra de la misma forma,
no puedo surcarla ni removerla.

Me temo que tampoco puedo colgarme un luto
y dejarlo a unos centímetros del suelo.
No podría hacer que se quedase ahí suspendido,
ni hacerlo callar.
Mi luto se escurriría quejumbroso
queriendo embadurnar el mundo
con la punta negra de su nariz.


Teresa Soto

/kollwitz

domingo, 11 de mayo de 2014




Poema XI


Lágrima que despoja mi tesón, oscuro germinar de la insistencia.


Sé que los árboles reviven, que el viento abre sus fauces y se inunda, que el fuego se destiñe en su prisión.


Debajo de la noche, una jauría corre veloz a sus cuarteles: entonces yo te amo.


En la fertilidad aúllas, crujes, abres sonidos llenos de quebranto y hasta el silencio asciendes.


Un funeral de luz cruza tu cuerpo.








Benjamín León







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John Armstrong