martes, 4 de febrero de 2014

Garry Trinh


























RELACIÓN A DISTANCIA




















He encontrado una sortija entre los cojines de mi sillón.


Yo también me acostumbraría a vivir sin ti


si viviera en Turquía.


¿Hay fotos mías en Estambul?


Yo hoy tuyas he visto tres.


Te he pintado un bigote rojo.


Y me he reído.


Me he reído un rato


en alto y desde dentro.


Después he sacado alguna carta.


He doblado una hoja creando un rectángulo,


y he recortado pequeñas semiesferas en el doblaje


y triángulos por los bordes


y al abrirlo,


parecía un pequeño mantel para el desayuno.


He rescatado algunas sílabas para crear


un poema vanguardista:


Si- mie- co- di- ma


Pero me he aburrido.


He invitado al té a un chico rubio


que conocí en la calle,


hemos untado el pan de mantequilla encima de tu carta,


y luego hemos puesto mermelada de fresa.


Hemos hecho el amor en todos los rincones.


En la cocina,


en el lavabo,


en la mesa del salón,


en la habitación de los niños


y en tu cama.






Aquí ya no hay huellas tuyas,


ni un poco de olor,


nada.


Y allí, en Estambul


¿hay fotos mías?






Verónica Delgado Mayordomo


Garry Trinh

domingo, 2 de febrero de 2014

Estoy muriendo a solas
como deben morir los elefantes viejos.
Pastando en los establos cuando la luz devora
los pastizales yertos
esperando por si tal vez alguna aurora
se me queda mirando
a ver cómo me muero.
Estoy cantando una canción a solas.
Sin estribillo, sin letra, sin acompañamiento.
A solas quiere decir a solas.
Corto y cierro.


María Dolores Almeyda

Marlene Dumas

viernes, 31 de enero de 2014

POEMA DEL TÚ

Estoy frente a ti para que me enseñes la vida.
Intento llamarte sin poder encontrar tu número.
Estoy en ti
pero cuando me sueltas se me cae la risa,
partiéndose en la acera como si fuera de cristal.
Muérdeme.
Enséñame.
Llámame con tu nombre.
¿Sabes que me están creciendo orejas de perro?
Es imposible que nunca hayas comido
de la mano de tu mano.
Me alimentas con pienso quererte más adelante.
Llévame en tu bolso negro que limpiaré los papeles
que deja tu mente al correr,
con el whisky o al fumar cientos
y cientos de pelos llenos de letras.
A tu deseo no se le nota llegar,
tiene pies de gato,
y cuando le ves,
empieza a interpretar a Satie,
con piano de cuerpo.
El tiempo no existe,
lo llevas colgado al cuello
en forma de cristal sucio.
Tú eres y ya no estás para el amor,
lo emborronaste con tus manos,
llenándolo todo de acera,
haciendo crecer ojos en el metro,
comiendo tantas cosas con las manos.

Mercedes Parada Deu.

Marta Schwartz

miércoles, 29 de enero de 2014

HAZLO



Una ficción interactiva de Santiago Eximenoque podía encontrarse online y a partir de ahora está disponible en papel dentro de lacolección Micronarrativa de Nanoediciones. La portada e ilustraciones del interior han sido realizadas por Del Hambre.

El formato del nanovolumen es tipo pliego y consta de un total de cuatro páginas. Para su montaje, deberás imprimir a doble cara en 2 folios DIN A4 (recuerda: sin márgenes), cortar ambos por la mitad, ordenar todo fijándote en la numeración y graparlo.

sábado, 25 de enero de 2014



Querer llegar a ser...
Querer llegar a ser
y para eso
lecturas viajes cuerpos
conseguir lo que no se posee
deshacerse de lo que nos estorba

pero al final
¿cantaremos mejor?
¿estaremos más cerca
de nuestro propio centro?

¿no sería mejor dejarse ir
como los días
tomar aquello a que alcanza la mano
abandonar lo que nos abandona?
¿saber que somos ya
sin mácula
sin falta
quienes somos?

José María Parreño



Alex Hamilton

jueves, 23 de enero de 2014

Savigny-le-Temple - Nandy

Los que conocen el trayecto
saben que nunca tiene fin.
Un hueco en una escena desmentida:
la realidad que apuntala cada noche:

todo es tan real como la vida misma,
y el fin va llegando
sin llegar nunca a su fin.

Sara Herrera Peralta



miércoles, 22 de enero de 2014



El color de la uva chinche

Lo que hace él, preguntarme la medida de mi dedo
diecisiete o quince, porque de pronto he de mudarme
a su ciudad y hay pájaros extraños revoloteando en el aire
cuyos nombres desconozco; se cierne la luz de otra manera allá
estamos los dos iguales planeando y ya somos distintos;
es el principio del camino; aquello que crece en el borde
es el sembrado y no parece haber malezas en la región;
es fruto del esfuerzo del hombre, del amor;
debemos encerrarnos por la tarde en un motel
sabiendo que es una de las últimas veces que lo hacemos
juntos; el atardecer cae del color de la uva chinche
afuera: nosotros no lo vemos caer.
Estamos concentrados el uno en el otro.


Patricia Suárez


James Prosek

domingo, 19 de enero de 2014

ELIGE


La poética de la elección,
de la libertad exagerada de las cosas.
Los productos lácteos
se disponen en cantidades bíblicas
en las estanterías del Carrefour.
Las variedades de café
en vaso personalizado
gentileza Starbuks
o tú decides tu Whopper
sin cebolla, extra de queso.
Infinitas opciones
atrincheradas de individualismo.


Pero nada extraordinario
ni auténtico



a lo que desafiar.


Paz Cornejo

Jeff Wall

viernes, 17 de enero de 2014

Se me han caído las disculpas


Se me han caído las disculpas. Perdona, cuando llueve peso / me ralentizo. Cuando llueve me agoto. Termino sola o me contengo. Y ahora
me roen las prisas por el pelo mojado y me distraigo / soy carne o soy escombro.
A mí han de venir trepan(an)do los ratones,
como a una Cenicienta a la que no se le perdona el descuido. La fábula no vendrá a salvarme.
Tiran por el cuarto los botones y las agujas a mí
sácate la sangre, tenemos sed
y me desprendo. Soy la carne cadáver en carne viva antes de las doce
no vengas a mojarme
me convierto en hiedra.
A mí han de venir a roerme las disculpas.
Perdóname, roguemos a la Virgen: llena tú eres de rabia.
Me quedo aquí o me voy. Espérame, llegaré tarde
llueve.
Me ralentizo.


Adriana Bañares

Rain Room
http://random-international.com

miércoles, 15 de enero de 2014

respuesta

Este sórdido afán, esta quimera
de andar la misma huella.
                                       Los lugares
no están a nuestro alcance, no se encuentran
allí donde solían cobijarnos. Una inquieta
pasión los sustituye. Coincidencias
tenidas por verdades en un tiempo
que no pudo ser nuestro ni tocarnos.
Una ingrata labor es sorprenderse.
Detrás de cada signo lo que queda
de tales desvaríos son esquinas
oscuras, portales en penumbra
el patio de una escuela o una playa
que de tan repetidos son ajenos.

Vivir como si fuera la última aventura
acechar las aceras, sin nombre, de una calle
donde íbamos de niños a espiar a las chicas
que terminaban siempre del brazo de otro tipo.

En las tardes de lluvia se vuelve todo turbio.
aquel escaparate, los rostros de una infancia
tan lejana y tan cruel como un día sin libros
con el que mirar la vida a través de otros ojos.

Javire García Rodriguez
Sofía Santaclara
Mímesis

Disfrazarse de niñita de la época victoriana está de moda en Tokyo.
***
Los disparos de mi metralleta en una noche oscura serían mejor que las risas durante las fiestas.
Llevarme bombas a mi hotel sería más gozoso que dormirme.
(...)
Escribo la historia de mi lucha con mi sangre,
puesto que la prueba de ser sincero conmigo mismo
es prepararme con las armas:
mi metralleta dispara sonriendo.

***

Pagan cinco mil euros para que su hija de dos años haga de ángel en una procesión.

****
Los aromas de moda responden a estados de ánimo colectivos.

***

El calentamiento global aumentará el olor de las flores.

***

Un reloj que no fallará en tres mil setecientos millones de años.

***

¿Tienen memoria los corales?


Javier García Rodríguez

Sofía Santaclara

lunes, 13 de enero de 2014

Mónica Ezquerra


(AFORISMOS)

Un animal de sombra se duele entre nosotros:
alguien está nombrando la desaparición.

Cruzan aves de fuego blanco, de nieve muerta,
los días tristes, otros, de tu padre en el mundo.

Nadie conoce el saber de la identidad,
apenas un sueño de escribas ciegos, que arden.

¿Qué luz lame tu rostro anónimo,
qué carcoma fría nos reserva ese olvido?

El fondo de los espejos, la riera de las miradas,
un relato confuso, sólo eso latiendo en ellos.

Lo que se irguió entre olas de miedo,
antiguas, lo que nunca yació en tu pasado.

Todos son fragmentos de caída, de su dolor
todas son las voces, todas son páginas.


Carlos Penela.
Tr. del gallego.


Mónica Ezquerra


sábado, 11 de enero de 2014

poema verité I /alegres vestales pastorean mis maniobras dilatorias/ faunos viejos que hacen de perros o sherpas/ otras posibilidades ya no estaban disponibles

ellos custodian los reclamos/ yo aliso la enramada

Ángel Cerviño

Nacho Martín Silva
¿...?
Solo se filman tomas falsas
¿...?
Un conjunto de fábulas morales de las que ignoramos el argumento como  las posibles enseñanzas, y solo tenemos acceso a las quejas y maledicencias de los actores encargados de representarlas, embutidos en ridículos y descabezados trajes de zorra, de erizo, de liebre, de asno, de cabra, de bandada de grajos, de víbora y aun de ostra, o de tordo en la higuera de Judas.Riñas de plató, lujuria de camerino, y una buena colección de escenas fallidas, fotos de rodaje, toqueteos fuera de cuadro, discusiones banales, bromas pesadas, borracheras mal disimuladas, peleas, galanteos..., en fin, los berrinches y filisteísmos de cada día, la carcajada grosera ante el batacazo del otro, y el gesto abatido con que se regresa a casa al anochecer, balanceando el desollado pellejo sintético en una bolsa de supermercado.

Ángel Cerviño

Nacho Martín Silva


miércoles, 8 de enero de 2014

La muerte

Soñé con encajes de lobos en luz antípoda
enfermedad doméstica sin porvenir
el obstáculo de extravíos farsantes que desean sanguijuelas
soñé con un silencio sin horizonte y no tuve miedo de mi combustión
no había angustia encrespada ni espasmo peregrino en bruma
no es fácil hablar de la nada de la inexistencia de la blancura
de la falta de incógnitas que acribillan las calles
de la soledad de la carne del tejido de un dios
ni se puede hablar de una transparencia calzada en pájaros
esquizofrenia de un advenimiento que se deshiela en zumbidos
no había anatomías ni ríos dactilares que vayan hurgando en la vida
¿cómo explicar la nada el sueño bromuro los siglos de preguntas?
Soñé con mi muerte
y no tuve miedo al carrusel a la demencia desértica de la desesperación
las hélices de la vida siguen siendo mis ganas de despertar
en los espejos que oscurecen los días.
Giovanni Collazos.

Jordi Avelló
Dar
No lamento ser el sueño de nadie, yo solo puedo dar realidades: oscuridad, luz, nada de opulencias; un estupor columpiándose por la saliva y los colchones; un pecho que se abre a lo largo de diluvios, lleno de callejones que se hilaron con los avernos de las dos últimas décadas; puedo dar un pie, un brazo  y más de una cicatriz, hasta el hígado obsidiana que segrega el veneno que me sostiene. Dar la vida de la sombra que me brota, con la fuerza del belfo inquieto que habita ensangrentado en mis palpitaciones. Una lamparilla de demencia, una vegetación precaria, un tambor que circula por mi sangre y que abraza las raíces, puedo dar: incluyendo el nacer de un descubrir de las frutas calcina tes que dejan el sabor de las pieles que van mutando. Yo solo puedo arder sin consumirme y dar el fuego que contiene el agua con una mirada limpia, preguntando siempre a las ballenas por qué dejó el mar al hombre mancharse de barro. Yo solo puedo dar el color de mi brasero sin dejar de tocar el suelo con los dedos, con las aurículas que levitan cada vez que gritan en una plaza, para defender con mis puños el derecho.
Giovanni Collazos.

Jordi Avelló

martes, 31 de diciembre de 2013

La madrileña

Y así, las ruinas nos darían el punto de identidad entre entre el vivir personal -la personal historia- y la historia. Persona es la que ha sobrevivido a la destrucción de todo en su vida y aún deja entrever que, de su propia vida, un sentido superior a los hechos les hace cobrar la significación y conformarse en una imagen, la afirmación de una libertad imperecedera a través de la imposición de las circunstancias, en la cárcel de las situaciones.

María Zambrano.

domingo, 29 de diciembre de 2013

- Ser pobre tiene pocas ventajas,  naturalmente, pero tiene esta: tener que escuchar a la gente. Escuchar forma parte de la estrategia de los pobres. No quiero decir que se haya de escuchar a todo el mundo. Se ha de escuchar a quien conviene. Eso sí: hay que escuchar bien o al menos dar la impresión de que se escucha bien. Se ha de dar la impresión de adhesión activa a la persona que habla. Se puede tener el pensamiento donde se quiera, pero se ha de dar la sensación de presencia y de adhesión a la persona que habla. Esto último es bastante sencillo: consiste en mantener una cierta vivacidad en los ojos, mirar de una manera tierna y pronta y hacer, mientras tanto, con la cabeza los movimientos de asentimiento paralelos a las cosas que la otra persona va formulando. También es muy útil decir, de vez en cuando:¿Quiere hacer el favor de repetir lo que decía hace un momento?¿Tendría la amabilidad de aclararme el concepto al que aludía hace un instante? Los hombres quieren ser escuchados. Es lo que les gusta más. Les gusta más que el dinero, que las mujeres y que comer y beber bien. Un hombre escuchado se convierte en un presuntuoso absolutamente feliz. Ahora bien: cuando los hombres se saben escuchados, se vuelven débiles. Estos momentos de debilidad son la única rendija a través de la cual pueden desprenderse una gota de generosidad del granito humano. Es de estos momentos de los que un pobre puede aprovecharse. Si no los sabe crear ni sacarles provecho, malo…El sistema de la parasitología, establecido naturalmente entre los hombres, y entre los hombres y las mujeres, se basa en la adulación –en el gusto físico que da el hecho de sentirse adulado- y la forma más activa y disimulada – es decir, más eterna- de la adulación es saber escuchar de una manera natural, activa y discreta. Contribuye mucho a llegar a esta naturalidad no cometer la tontería de mostrar lo que uno sabe realmente. Los propios conocimientos –si es que se tiene alguno- se han de saber disimular hasta el punto justo; sin caer en cambio en el extremo de acentuar demasiado la propia estupidez.
Josep Pla



Kantor

lunes, 23 de diciembre de 2013





7



Ventana:



En el aire negro



un último rayo de sol,



una moneda de oro



entre las hojas:



un peine como una lágrima



en sus cabellos:



Mi mujer, mi corazón furioso



recogida en su sueño



La cargaré en mis brazos



hasta un lugar perdido en la Biblia,



sombra y polvo de huesos.



Y ella cantará,



de vuelta otra vez en casa,



como un suave incendio


Mona Hautom




EL INFIERNO



1



“Yo soy mi propio infierno



aquí no hay nadie”



(Robert Lowell)



El salón a oscuras,



plegado como un milagro



en el fondo del corazón.



El ala de un sombrero



oculta un instante la primera estrella



en la ventana:



una sangre más antigua



fluye en la penumbra.



Y el ruido de la nevera



que pauta esta noche eterna...



Ensimismada en su espina,



la lámpara imagina, sin embargo, un alma.



(Olor de abrigo mojado).



: la bombilla es el diablo.


José Martín Carmona