RIMBAUD, EL LADRÓN DEL FUEGO
Rimbaud latiguea la lengua. Rimbaud se encierra, camina, vocifera, inventa flores, nuevos astros, nuevas carnes. Quiero una lengua nueva, grita, desnudo, con el antebrazo enyesado por dos balazos. Enfebrecido, escribe, escribe, escribe en papeles, paredes, habla en voz alta, gesticula, se contorsiona.
Mi vida está usada
Vamos¡ Simulemos, no hagamos nada, saltimbanqui, mendigo, artista, drogadicto, bandolero.
El animal salvaje destroza la lengua. La lengua salta por los aires, atraviesa el norte, regresa al sur, se hunde en el relámpago, se atosiga de hormigas, ca en la boca del volcán. Estallido. Lava se desparrama, se mezcla con la lengua y desciende por la montaña.Arrasa palabras, incinera vocablos, estalla la sintais, allí, en ese montón de cenizas, la lengua/poder. La lengua francesa se deshace en espasmos, se contrae, se languidece. Muere. La lengua hilito de sal, en la tierra. Rimbaud la patea, la aplasta con sus pies y graba un cuchillo sobre la piedra.
Yo es otro
Y cae
y cae
en la noche sin rumbo
cae
poeta
en el mar antropófago
sus animales sollozan en la arena
garras clavadas en las rocas
el deseo, su música y el vértigo, el deseo
resbalas
resbalas
ese es tu sueño
poeta, mago, encantador de serpientes
¿dónde enterrar tu secreto?
Agustina Roca
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Manuel Boix |
¡